
¿Pero que ocurre si queremos movernos en todas direcciones, sin tener que hacer direccionables todas las ruedas? Para ello existe un invento llamado ruedas “holonomicas” o omniwheels, que aunque existen con muchos diseños distintos (P.E. la mecanum), tienen en común que en realidad son un montón de ruedas colocadas de manera que forman una rueda más grande.

Esto las convierte en una de las formas preferidas para el desplazamiento de robots, pues logras simplificar la mecánica de estos (al no necesitar sistemas de dirección de las ruedas) y sustituye todo por un sistema en el que cada rueda tiene un motor, y es la combinación de las velocidades de estos motores las que hace moverse en una dirección u otra el robot.
Un ejemplo de las matemáticas detrás de su movimiento lo podéis encontrar aquí, pero tened en cuenta que según la disposición y tipo de omniwheels no sera exactamente lo mismo.
Rueda
Y una aplicación practica, en una carretilla elevadora:
Aplicación
El problema con este tipo de ruedas es que supone que el rozamiento (o mejor dicho, el deslizamiento) en todas las ruedas es exactamente igual, por lo que sólo funcionan bien en superficies lisas y homogeneas, lo que casi las descarta para cualquier cosa en el exterior. Pero para medios interiores y con poco sitio son una solución perfecta.
También habría que ver como se podrían corregir defectos en su comportamiento mediante la incorporación de acelerometros y el consiguiente “ordenador de control”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario